Las 5 frases que nunca debes decir a una madre de un niño neurodivergente

Las 5 frases que nunca debes decir a una madre de un niño neurodivergente

Introducción

Criar a un hijo neurodivergente —ya sea con autismo, TDAH, TOC, dislexia u otra condición neurológica— conlleva desafíos únicos que solo quienes lo viven pueden comprender plenamente. Las madres de estos niños extraordinarios a menudo enfrentan no solo las complejidades del día a día, sino también los comentarios bienintencionados pero dolorosos de amigos, familiares e incluso desconocidos.

Este artículo busca crear conciencia sobre cómo nuestras palabras, aunque sin mala intención, pueden afectar profundamente a estas familias. Comprender qué decir y qué no decir puede marcar una gran diferencia en su experiencia.

Las 5 frases que nunca deberías decir

1. «No se le nota nada, ¿seguro que tiene algo?»

Esta frase, aparentemente inocente, esconde un problema fundamental: la invisibilidad de muchas condiciones neurodivergentes. No todas las diferencias neurológicas se manifiestan físicamente o son evidentes en una interacción breve.

Por qué duele: Cuestiona el diagnóstico, minimiza las dificultades diarias que enfrenta la familia, y sugiere que la madre está exagerando o inventando la condición de su hijo.

Alternativa: «Gracias por compartir esto conmigo. Me gustaría aprender más sobre cómo es su experiencia.»

2. «Solo necesita más disciplina/límites/mano dura»

Este comentario surge de un malentendido fundamental sobre la neurodivergencia. Los comportamientos asociados con condiciones como el autismo o el TDAH no son resultado de una crianza permisiva o falta de disciplina.

Por qué duele: Implica que la madre no está haciendo bien su trabajo y que los desafíos del niño son simplemente producto de una educación deficiente.

Alternativa: «Veo que estás haciendo un gran trabajo adaptándote a las necesidades de tu hijo.»

3. «Se le pasará con el tiempo»

La neurodivergencia no es una fase temporal. Es una parte integral de cómo está configurado el cerebro de la persona.

Por qué duele: Minimiza la realidad permanente que enfrenta la familia y puede retrasar la aceptación y adaptación necesarias.

Alternativa: «Te admiro por cómo estás aprendiendo y adaptándote para apoyar a tu hijo en su desarrollo.»

4. «Yo conozco a alguien con eso y no actúa así»

La diversidad neurológica se manifiesta de forma única en cada persona. El famoso dicho en la comunidad autista es: «Si conoces a una persona con autismo, conoces a UNA persona con autismo».

Por qué duele: Invalida la experiencia particular del niño y su familia, y establece comparaciones injustas que pueden generar dudas y culpa.

Alternativa: «Cada niño es único. Me encantaría conocer más sobre las particularidades de tu hijo.»

5. «Deberías probar con [insertar terapia/dieta/suplemento]»

Las madres de niños neurodivergentes suelen pasar incontables horas investigando, consultando especialistas y probando diferentes enfoques.

Por qué duele: Asume que la madre no ha hecho su tarea y que un consejo casual puede resolver lo que años de investigación y consultas profesionales no han logrado.

Alternativa: «Estoy aquí para escucharte si necesitas hablar sobre los tratamientos o terapias que están considerando.»

Cómo puedes realmente ayudar

En lugar de ofrecer opiniones no solicitadas o consejos, considera estas formas genuinas de apoyar:

Escucha activamente

A veces, lo que más necesita una madre es ser escuchada sin juicios ni soluciones rápidas.

Ofrece ayuda concreta

«¿Puedo recoger a los niños de la escuela el jueves?» es mucho más útil que un genérico «avísame si necesitas algo».

Edúcate sobre la neurodivergencia

Informarte por tu cuenta muestra un compromiso real con entender su realidad.

Celebra los logros

Reconoce y celebra los hitos, por pequeños que parezcan. El progreso a veces se mide de manera diferente.

Sé inclusivo

Invita a la familia a eventos sociales y adapta las actividades para que el niño pueda participar cómodamente.

Conclusión

Las palabras tienen poder. Pueden construir puentes de comprensión o crear muros de aislamiento. Al ser conscientes de cómo nos comunicamos con las madres de niños neurodivergentes, no solo demostramos respeto por su experiencia, sino que contribuimos a crear una sociedad más comprensiva e inclusiva.

La próxima vez que interactúes con una madre de un niño neurodivergente, recuerda que lo más valioso que puedes ofrecer es tu comprensión sin juicios, tu apoyo sin condiciones, y tu disposición a aprender sobre su realidad única.


¿Te ha resultado útil este artículo? Compártelo con alguien que pueda beneficiarse de esta información y ayúdanos a crear un mundo más comprensivo con la neurodivergencia.

Un abrazo,

Montse Roure

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